Como todos los días Manuel salía de su casa a las 6:30 am con dirección a su rutina semanal, prendió su cigarrillo habitual en la misma calle, pasos antes del paradero del bus. Mientras aspiraba casi por inercia veía a la gente pasar frente a el, tan extraños, todos con destinos inimaginables y sueños... algunos inalcanzables... pero eso no importaba, el buqué en su boca le daba un sabor diferente a esa mañana de abrigos y paraguas.
Lentamente Manuel se fue quedando solo en el paradero, era extraño la gente seguía su camino y el todavía en el mismo lugar, miró su reloj y ya eran las 7:10 am, se enfureció, odiaba llegar tarde y sobre todo dar explicaciones.
Decidió caminar y avanzar lo más posible, pero en ese momento ve a lo lejos su bus, el mismo que lleva esperando por varios minutos, mas de lo habitual.
Para su sorpresa no venía nadie en el, más que su conductor, no quiso preguntar porque la demora, Manuel no acostumbra hablar con extraños y menos con un chofer.
Se sentó en la tercera fila, junto a la ventana donde fue contemplando la postal mágica del cemento húmedo, algo extraño había en el aire, en la gente, en el, por un momento sintió estar todavía durmiendo, pero era imposible, todo se sentía tan real.
Extrañamente el bus gira por un lugar no habitual, Manuel se preocupa, es el único pasajero y no hay motivos para girar por otra calle, es por lo mismo que alzó la voz, esa que saca solamente cuando el jinete da el primer golpe en su pasión deportiva.
-¿Por qué dobló aquí?
- Es el camino mas corto, dijo el conductor
- Manuel no entendía, ¿más corto para que?, le preguntó nuevamente
- Para tu destino, contestó el conductor
Manuel sintió un viento helado por su cuello, miró al rededor por si había alguna ventana abierta, pero nada, estaba todo cerrado y en su cabeza se repetía la respuesta del conductor, "para llegar mas rápido a tu destino", no lo conozco y el menos a mi, ¿cómo sabe a donde voy?, tal vez lo dijo por decir algo o quizás si sabe quien soy, ¿qué estoy pensando? se dijo a si mismo y soltó una sonrisa.
El bus se aleja cada vez más de la ciudad, Manuel ya no da más y mientras se acerca al conductor le pregunta:
- ¿Por qué sigue evitando el ...?
no terminaba de hacer la pregunta cuando se percata que el conductor no estaba, era sólo él y el bus.
- ¿Qué mierda está pasando? gritó con todas sus fuerzas cuando el vehículo perdía el control, no tuvo tiempo para reaccionar y... todo está blanco! el ruido y el movimiento se han ido, suavemente se escucha la voz de una mujer, no alcanza a distinguir muy bien que es lo que dice pero se le empieza hacer familiar la voz, claro! es la voz de su hija, esto cada ve está mas extraño, los ojos duelen pero los puede abrir poco a poco, ya puede ver la silueta de una mujer, lo está mirando, tiene el cabello largo, la piel muy blanca y unos ojos gigantes realmente hermosos, ella se acercó a el y le susurró al oído
-Bienvenido.